En la nueva gompa del centro budista de Albagnano, el Lama Gangchen ha colocado cuatro grandes pantallas con los colores que los budistas tibetanos han utilizado durante siglos en sus ritos: el rojo , el verde, el azul y el amarillo. A ellos se une un quinto color: el blanco.
El rojo, el azul y el amarillo , son colores primarios, no se pueden formar con la combinación de otros colores. El verde, por el contrario , se forma por la combinación del azul y el amarillo. El blanco es una combinación de todos los colores , en los cuales la luz blanca se descompone cuando pasa por un prisma. Esto es lo que sucede cuando aparece el arco iris.
En su origen los colores son ondas de luz de una determinada logitud. De menor a mayor longitud de onda aparecen: el azul, el verde, el amarillo y el rojo. La relación entre la longitud de onda y el color se puede apreciar en el siguiente diagrama interactivo.
En la retina humana y en la de los primates aparecen unas células especializadas denominadas conos que son capaces de transformar los estímulos luminosos en estímulos nerviosos eléctricos. Hay tres tipos de conos que se estimulan con tres distintos tipos de ondas lumínicas: los llamados S (short) que captan las ondas más cortas , que corresponde al azul; los conos M (Midle) , que captan las ondas de longitud media, que corresponden al verde; y los denominados conos L ( long) que se estimulan con las ondas más largas que corresponden al rojo.
Los estímulos eléctricos generados en los conos de la retina , son transmitidos a un centro nervioso en el tálamo, el núcleo geniculado lateral, en donde son procesados por distintos grupos de neuronas.
De aquí los estímulos son transmitidos a la corteza cerebral occipital , que los procesa y en donde se genera la percepción del color. En última instancia, el color es una construcción de nuestra mente que se crea a partir de un determinado estímulo en nuestro cerebro iniciado por una onda de luz de una cierta longitud.
De niño , siempre me preguntaba que si lo que yo percibía como un determinado color era percibido de la misma forma por otras personas . Este era un tema de reflexión recurrente. Siendo estudiante de la Facultad de Medicina, me dí cuenta de que yo tenía un cierto grado de ceguera para los colores y que efectivamente lo que yo veía, era muy distinto a lo que otras personas veían.
Creo que esta experiencia trasformó mi idea de la percepción de la realidad y asentó en mí un fuerte convencimiento de la relatividad de las cosas, del conocimiento y de la propia ciencia.

Vias nerviosas para la percepción del color
En la corteza cerebral parecen identificarse distintos grupos de neuronas que se activan solamente con la percepción de un determinado color: el azul, el verde, el amarillo y el rojo. Con la visualización interna o el recuerdo de un determinado color parece que se activan de forma selectiva estos mismos grupos neuronales.
Los colores utilizados por los budistas tibetanos, son los mismos colores básicos que hacen funcionar nuestra retina (azul, verde y rojo), y que son capaces de estimular de forma aislada agrupaciones específicas de neuronas en nuestra corteza cerebral (azul, verde , amarillo y rojo).
Si esto es una mera coincidencia no lo sabemos.Pero parece como si se hubiera acumulado una antigua sabiduría alrededor de estos colores fundamentales y de su capacidad de estimular algunas de nuestras estructuras neurológicas.
La visión de los colores parece también tener efectos psicológicos y sobre nuestro comportamiento, probablemente a través de estos efectos cerebrales específicos. En estos efectos psicológicos y de comportamineto de los colores nos centraremos otro día.
Mientras , intentemos, centrarnos de forma aislada en cada uno de estos cinco colores, o intentemos imaginarlos, y contemplemos como reacciona nuestra mente y nuestro cuerpo ante cada uno de ellos. Quizás nos podamos sorprender de su efecto si repetimos a menudo este ejercicio.