De los personajes reales que han pasado desde Felipe V por la Granja, Isabel de Borbón (La Chata) es el que más profundamente ha quedado grabado en la memoria popular del municipio.
Hija primogénita de Isabel II, hermana mayor de Alfonso XII, tía de Alfonso XIII, la Infanta Isabel es un personaje secundario, pero de gran importancia, en la historia de Monarquía Española del pasado Siglo. Casada con Cayetano de Borbón Dos Sicilias, enfermo de epilepsia, La Chata enviudó pronto , a los tres años de su matrimonio, tras el suicidio trágico de su marido.
La vinculación a La Granja de la Infanta Isabel , fue muy intensa desde su juventud. Era una gran aficionada a la vida al aire libre, a las partidas de caza en Riofrío y a las excuriones a caballo por el monte. Pero quizás una parte importante de su vinculación a La Granja, en la opinión de algunos, probablemente estuvo en parte condicionada por su relación, ya viuda, con D Joaquín María de Castellarnau, ingeniero de montes de la Real Casa, investigador y naturista, destinado entonces en el Pinar de Valsaín y casado con una noble segoviana.
En la memoria popular de La Granja se ha trasmitido esta leyenda de los amores imposibles de La Chata con Castellarnau, de la cual , como suele ser habitual en estos asuntos, nunca se ha podido encontrar confirmación histórica definitiva.
La Infanta Isabel adquiere un protagonismo principal en los veranos de La Granja a partir del incendio del palacio en 1918. Desde este año los reyes y los infantes dejan de pasar parte de sus veranos en La Granja, pero “La Chata” continua sus costumbre de veranear en el palacio. De adoptar siempre un papel secundario, pasa entonces a representar un papel principal. Su presencia en La Granja en los veranos de los años veinte, es parte fundamental del “glamour” del Real Sitio en aquellos años. Aparte de la infanta, contribuyen a mantener este ” glamour”, el núcleo de aristócratas que siguen veraneando, a pesar de la ausencia de los reyes y sus hijos, en La Granja.
La vida de La Chata en La Granja intenta estar muy cerca del pueblo, este a su vez siente a la infanta muy cercana. Al medio día la infanta baja al Jardín y mantiene una tertulia de alrededor de una hora con los veraneantes ilustres de la colonia. Lo hace sentada en unos bancos , puestos en “corro” en la parte de abajo del jardín , la que hace esquina con la fachada del patio de la herradura. Allí escucha, más que habla, y hace pequeñas apostillas , siempre oportunas, a los comentarios de la gente. El Caballero Audaz, seudónimo del periodista y escritor Jose María Carretero, acude una mañana del verano de 1914 al “corro” y logra una entrevista de la infanta para el semanario La Esfera mientras pasea por los jardines. A la infanta, claramente , a juzgar por las fotos, le divierte la situación, creada por Jose María Carretero, quien además de por sus entrevistas es célebre por sus novelas de tinte pornográfico.

La Esfera 1914. Fotos de Alfonso. Biblioteca Nacional de España
También le gustaba pasear en su coche de mulas por los alrededores de La Granja y por los pueblos de la provincia, en donde volvía a contactar muy de cerca con las personas que los habitaban y que la querían. Participaba también en todos los festejos y corridas de toros, a las que era muy aficionada, en Segovia.

Mundo Gráfico 1929. Biblioteca Nacional de España
La vida del verano en La Granja del núcleo aristocrático y sus aledaños está muy centrada alrededor de la infanta y de los lugares de recreo gestionados por la Sociedad de Iniciativas de La Granja. Estos eran fundamentalmente el “Blas Club”, local cerrado para tertulias y bailes, cuya portada y escudo aún se conservan en la Plaza de los Canónigos, al lado del edificio del mismo nombre, y el Club de Campo, para deportes y actividades al aire libre, tenis, golf, croquet, tiro… Que se forma sobre los terrenos del Club del Tiro. A partir de 1930 se añaden unas instalaciones para el baño en Valsaín , en la presa del Olvido, al que irónicamente se las denominan “La Playa” y el “Club Naútico del Guadarrama”. A excepción de esta última, la infanta participa en las actividades más importantes alrededor de estos centros de ocio: fundamentalmente bailes y reuniones y también en las funciones teatrales que más escasamente se mantienen. La vida “glamourosa” de la Granja se crea pues por un lado, como ya hemos dicho, alrededor de la Infanta Isabel y de los núcleos de aristócratas con casa en el Real Sitio, y por otro en los tres centros de la Sociedad de Iniciativas de La Granja: el “Blas Club”, el “Clubde Campo” y las instalaciones de baño en la Presa del Olvido: ” La Playa “y el “Club Nautico del Guadarrama”. En estos tres centros hay inversiones económica privadas fundamentalmente de los Bauer , durante muchos años representantes de la banca Roschit en España.
La infanta era generosa y hacía regalos de jugetes a los niños en una fiesta que organizaba en los jardines y al final del temporada invitaba también a una merienda a base de castizas tortillas de patatas y filetes empanados en la Boca del Asno, que finalizaba con una pequeña caminata por la orilla del Rio Valsaín hasta el Punte de la Cantina.
El pueblo de La Granja erigió en 1928 , aún en vida de la infanta , una estatua a La Chata que esculpió Coullaut Valera y que aún puede verse en los jardines, en el lugar en el que mantenía “el corro”. En esta estatua, así como en las fotos que nos han llegado de aquella época , la infanta está aquejada de una importante obesidad que se va agravando con los años y que contrasta con la figura estilizada y la belleza que tenía de joven.
Cuando llega la república, la infanta es el único miembro de la familia real a la que se le ofrece permanecer en España, pero ella renuncia a ello para acompañar al Rey hacia el exilio, pues era este, decía, en donde estaba su sitio.
Murió en Paris a los pocos dias de abandonar España. Desde 1991 sus restos descansan en la Colegiata de La Granja, en el lugar al que tanto quiso y en el que tanto la quisieron.
Te felicito por la calidad de las entradas de este blog. Me gustan especialmente las de corte histórico como esta.
Un saludo,
Honorio